Córdoba, la segunda urbe más importante de la República Argentina es un compendio de serranías, llanuras, cursos de agua impecables y un sinnúmeros de espacios que atrapan los sentidos del viajero, y lo llenan de sorpresas agradables.
Córdoba es popularmente conocida como «la Docta», por las universidades que en ella se encuentran, o como la «Ciudad de las Campanas», porque los franciscanos y dominicos la poblaron de iglesias. Conjuga los atractivos propios de los centros urbanos con un ritmo de vida apacible y bucólico. En sus calles y avenidas convive la arquitectura colonial con los edificios altos y complejos. En ella, se recorren acogedoras calles peatonales y nutridas galerías comerciales, shoppings y confiterías.
El hidalgo español Jerónimo Luis de Cabrera la fundó al norte del Río Suquía el 6 de julio de 1573, en el actual barrio Yapeyú. En el principio se le dio el nombre de Córdoba de la Nueva Andalucía, y poco tiempo después sufrió un traslado hacia la margen sur del río, donde se afincó definitivamente.
El viajero puede realizar circuitos peatonales que enlazan la plaza San Martín, la Catedral, el Cabildo Histórico, la Manzana de las Luces con la Iglesia de la Compañía de Jesús, la Casa de Trejo, el Colegio Nacional de Monserrat y el Museo Fray José Antonio de San Alberto.